María es una adolescente que está preparandose para la confirmación, su tutor espiritual y su madre son extremadamente rígidos con su educación y ella toma al pie de la letra las enseñanzas católicas, a tal punto que cree que debe consagrar su vida para salvar a su hermano menor que tiene problemas de salud. Sin embargo la vida diaria es un obstáculo, el demonio está en todas partes...
La película está estructurada en 14 escenas, como el Vía crucis, asemejando "el sacrificio" de la protagonista por su hermano para curarle del autismo que sufre, suponiendo que dando ella su vida a Dios, él se curará.
La actuación de la protagonista Lea van Acken en el papel de Maria me pareció estupendo.
El radicalismo religioso esta perfectamente planteado por el director Dietrich Brüggemann dando además a entender la posición de responsabilidad (y culpa) que tienen sus tutores, en este caso la madre en especial y el cura, que actúan en la mente de una adolescente con una mente absolutamente maleable y provocan en ella conclusiones extremas.
La película no tiene desperdicio, va de menos a mas, en un constante clima de tensión, el guión del director y Anna Brüggemann nos hace reflexionar sobre el tema, las conclusiones cada uno sacará las suyas...
Nota 7.5
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