1/18/2015

Las damas de Hitchcock


Donal Spoto es un experto escritor de celebridades del Hollywood clásico, y sobre Hitchcock tiene unas cuantas obras, además de ésta, que yo recuerde  “El arte de Alfred Hitchcock” y “Alfred Hitchcock; la cara oculta del genio”.

En “Las damas de Hitchcock”, Donal Spoto se centra en el carácter obsesivo que el director tenía con las actrices, las actrices rubias, (porque a las morenas, en los comienzos les ponía pelucas rubias), ese carácter le venía de su incapacidad de tener contacto íntimo debido a su obesidad, la irritación se convertía en obsesión.

A los actores les ninguneaba y a ellas las traía por la calle de la amargura. En su vida privada ocurría otro tanto de lo mismo, su mujer, Alma Reville, era una asistenta o compañera de piso, pero para nada una amante; él se encontraba a gusto entre homosexuales (hombres y mujeres) o bisexuales.

El libro está bien estructurado en 15 capítulos y se lee rápido. Es entretenido y sin duda muy jugoso. Describe las relaciones con las actrices mas famosas a las que dirigío y no tiene desperdicio. Todo ello en algo mas de 350 págínas, con algunas (pocas) fotos en b/n. Encuadernado en tapa dura.


La descripción del libro en la parte trasera es la siguiente:

Hace casi treinta años que Alfred Hitchcock nos dejó, pero sus admiradores no lo han olvidado. Al contrario, algunos lo veneran como parte de una leyenda y otros ven en él a un afectuoso caballero, muy parecido a uno de esos excéntricos abuelos que cuentan historias a los nietos antes de dormir. 
Pocos conocieron su verdadera naturaleza, y casi nadie se atrevió nunca a hacerle preguntas incómodas: los actores y las actrices que actuaron en sus películas bastante tenían con haber sido elegidos por el gran maestro. 
Ahora Donald Spoto nos propone un paseo por la obra del director británico a partir de la  relación que estableció con las mujeres que trabajaron con él, y lo que aflora es el retrato de un hombre capaz de perseguir a Tippi Hedren y declarar al mismo tiempo que en su matrimonio con Alma Reville no había prácticamente sexo. Un director obsesionado por las mujeres rubias y frías, empezando por Madeleine Carroll y siguiendo con Ingrid Bergman, Grace Kelly y Kim Novak. Un profesional que probablemente hoy sería denunciado
 por acoso sexual en el trabajo, ya que se valía de su autoridad para maltratar a sus actrices si consideraba que lo habían «traicionado», como Vera Miles al quedar embarazada durante un rodaje, o Doris Day, que por lo visto no se entregó a su papel como el director le exigía. Y, finalmente, un hombre brillante, excepcional en muchos sentidos,pero que con el paso de los años se quedó sumido en una profunda soledad y una vejez patética.
patética. 
Las damas de Hitchcock anda con elegancia por la cara oscura de la vida de un genio y es un magnífico tributo a unas mujeres que pusieron todo su talento al servicio de un hombre difícil de complacer.

Nota 7.5

2 comentarios:

el paseante dijo...

Si piensas en "Vértigo", el protagonista está obsesionado con la rubia Kim Novak, mientras menosprecia a su pobre amiga Barbara Bel Geddes. Pero Hitchcock fue un genio, dejando aparte sus carencias personales.

atikus dijo...

Absolutamente cierto Paseante, Hitchcock es uno de mis directores preferidos, sus pelis son maravillosas de eso no hay duda, pero a las rubias que trató, las trajo por la calle de la amargura, y es que nadie es perfecto que dirían en "con faldas y a lo loco" :-)

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