A principios de los años 60 no existían ordenadores complejos que calcularan las órbitas de los intrépidos astronautas de aquellas épocas, dispuestos a jugarse el cuello por dar unas vueltas a la Tierra, en la lucha politica entre la URSS y EEUU. Para resolver esos cálculos se contó entre otras muchisimas personas con cerebros superdotados como los de las matemáticas Katherine Johnson (Taraji P. Henson) y Dorothy Vaughan (Octavia Spencer) y la ingeniera Mary Jackson (Janelle Monáe). Éstas tres mujeres no solo desafiaban una situación laboral propia de hombres en aquellos tiempos, sino que a ello se añadía el color de su piel, algo cuya labor fue silenciada durante mucho tiempo; un trabajo que fue fundamental.
Dirigida por Theodore Melfi, ésta cinta dramática, esta basada en hechos reales, así se desarrolla en el guión de Allison Schroeder, basado a su vez en el libro de Libro de Margot Lee Shetterly, que cuenta la historia de éstas pioneras de la ciencia de los años 60.
La cinta nos ofrece una historia realmente interesante por varios motivos; por encontrarnos ante un momento esencial de la guerra fría entre las dos grandes potencias, por ver la problemática de la situación laboral de las mujeres en esa época en trabajos en los que no había casi ninguna preparada para desempeñarlos y ademas la mayor de las problemáticas, la racial.
Todo ello en un entorno no visto hasta ahora en la gran pantalla, un ambiente intelectual, de científicos a los que se supone que solo les interesa los resultados y experimentos y no el color de la piel y aquí entra en juego el debate y la historia que posteriormente dieron la razón a éstas pioneras.
Me resultó una película entretenida, con algún pequeño altibajo, pero que en general mantiene bien la tensión y sobretodo el interés de una historia tan curiosa. Cuenta con unas actuaciones bastante logradas, de las tres chicas que ya he mencionado y la de Kevin Costner que se mantiene en su media bastante buena.
Nota 7
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