Michael Finkel (Jonah Hill) es un periodista recien despedido del New York Times. En una de sus pesquisas conoce la vida de Christian Longo (James Franco), un asesino buscado por el FBI, que resulta haberse apoderado la identidad de Michael. Se trata de una historia basada en hechos reales.
Esta cinta dirigida por el debutante en cine Rupert Goold, nos muestra un thriller un tanto descafeinado, que básicamente se centra en las conversaciones en la cárcel de Michael Finkel y Christian Longo.
Tiene algunos otros elementos pero son poco determinantes, así que centrándonos en los actores principales habrá que decir que no me resultan excesivamente convincentes en cuanto a sus papeles. Quizás podría haberse dramatizado mas los personajes, o hacerles mas oscuros, e interesantes, así como las luces, el decorado, ambientación, el lugar de la entrevista...
El caso es que no hay tensión, miedo, angustia, o sentimientos especialmente importantes en las conversaciones entre el periodista y el criminal, parecen charlas amigables; tampoco en el juicio hay una gran tensión.
En fin para mi, como película dramática que se supone que es tiene poco de drama y como thriller, tampoco hay gran tensión. Esta correctamente filmada y poco mas.
Nota 5
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