El acorazado Potemkin

Después de tantas vacaciones en color y chavaleria y con el pretexto del Marxismo, doy paso a un peliculón del cine mudo del grandísimo director Eisenstéin. Evidentemente, esta película tiene un marcado carácter político, ya que se le encargó dicha película en 1925 para elevar el espíritu de la revolución social creada en 1917 por la revolución bolchevique además de justificar y legitimar la misma, desde ese punto de vista no sería una peli muy interesante al ser sólo un instrumento político, con lo que seguramente esta manipulada histórica y conceptualmente. Constituye un recordatorio en el proceso de la revolución fallida de 1905, antecedente de la rebelión de octubre de 1917.


Por otro lado esta el aporte puramente narrativo, personalmente me interesa muchísimo más, resulta espectacular esa manera de describir los sufrimientos y las pasiones de los hombres y sus reacciones, la forma de describir el tormento de los marineros o la dureza del patrón y el ejercito bolchevique, frente a ellos el sufrimiento del pueblo; junto con Griffith, dos de los mas grandes de la época (ya he comentado en este blog algunas películas de este y su aportación trabajando con la escala de planos). Por otro lado las inclinaciones de cámara que usa Eisenstéin son espectaculares, el ejemplo que siempre se pone es el de la madre que es alcanzada por una bala mientras corría con un cochecito de bebé que rueda escaleras abajo, este recurso lo usaran luego multitud de directores como ejemplo, el caso mas parecido y muy bueno por cierto es el de “Los intocables de Elliot Ness”: un cochecito cae por las escaleras de la estación de trenes cuando se produce un tiroteo entre Elliot Ness y un ayudante suyo contra unos gansters, en este caso ni la madre ni el bebé mueren, pero la escena también es interminable (aunque realmente dura segundos), realmente buena; muchísimo menos dramática que Eisenstéin, ¡que para algo era Ruso!!. En definitiva esa manera de usar la cámara producen sensaciones nuevas en esa época, y ahora no quedan nada anticuadas eh!!…las perpectivas son espectaculares, con esos cañones apuntando al infinito, por ejemplo.

El acorazado Potemkin esta repartido en cinco episodios: 1) Hombres y gusanos; aborda de forma cruda cómo era mal alimentada la tripulación del acorazado (carne con gusanos, el desencadenante de la protesta) y cómo reclaman por un plato de comida decente. 2) Drama en el Golfo Tendra; surge el levantamiento en sí dentro del acorazado liderado por el marinero Matushenco, cuando iban a ser fusilados unos compañeros por no tomar la sopa. 3) El muerto clama; nos narra la llegada del acorazado al puerto de Odessa, donde se expone el cuerpo de uno de los marineros caído en el motín del acorazado. "El muerto que clama justicia". El cadáver es mostrado como un mártir con un cartel que recita "muerto por un plato de sopa", esta escena también me parece especialmente fuerte. 4) La escalera de Odesa; nos muestra la brutal represión del ejército zarista al pueblo de Odessa. Se utiliza el tan famoso simbolismo de los leones de Piedra que viene a significar el despertar de la revolución y tenemos la famosa escena de la madre con el carrito con el bebé. y 5) Encuentro con la escuadra. El último capítulo es el triunfo utópico de la revolúción, un claro mensaje político.

Y dejando al margen connotaciones políticas, si hay un himno que me guste ese es el Ruso (la música), aunque Yeltsin estuvo a punto de quitarlo, espero ir un día de estos a visitar alguna de esas ciudades tan bonitas, aunque ahora no es un buen momento.

Nota: 8.7