He visto un par de pelis, pero nada comparable a el trasiego de gente por las calles y comercios buscando y reservando de todo para las próximas fechas, ¡es la guerra!, empujones, sobornos, adelantos de "ancianas bonachonas" en colas interminables de hipermercados cutres, "españolitos de siempre" con su lista de "productos no recomendados" por mentes preclaras, ofertas gancho, juguetes informáticos cuya versión estará ridículamente pasada de moda el año que viene...en fin, la expresión de la navidad llevada a su máximo explendor.
Así que me fui a casa con las ganas de ver una peli de mentiras en las que acaba todo bien y en las que ganan los buenos y ademas no tienes que chuparte el telediario o una peli con 200 anuncios con más de lo mismo estrategicamente colocados.
La peli en cuestión era "el Bazar de las Sorpresas", dirigida por el maestro de la comedia, E. Lubitsch, se desarrolla en Navidad y la protagoniza el eternamente bueno James Stewart, que trabaja en una tiendecita donde reina la honestidad, el amor y la justicia aunque no siempre...
En fin que uno se desahoga viendo este tipo de peliculones aunque solo sean eso, películas y luego vuelva a la realidad y forme parte inevitable más o menos de la rueda capitalista del negocio de la navidad.
El final tiene su puntito gastronómico, pero esta vez lo dejo en el aire,me gustaría que vierais la peli, si no la conseguis, os daré el menu pero mi receta es que veais la peli y si podeis regalar con moderación y usando la imáginación.
Nota 8,5
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