La Luna

Mas de una vez me dieron en el colegio una colleja por “estar en la luna” y es que uno tiene poca capacidad de concentración o mucha capacidad para fantasear. Lo que debe ser una flipada, perdonen el lenguaje, debe ser viajar a la Luna, eso les debió ocurrir a los tres astronautas americanos Neil A. Armstrong, Edwin E. Aldrin Jr., y Michael Collins integrantes del Apolo XI que llegaron a la luna el 20 de julio de 1969, el que pisaran la Luna de verdad o que sea un montaje del señor Kubrick no me importa tanto, en esto como en el cine lo divertido es creérselo, que mas da si fue cierto o no, caro debe ser carísimo…el llegar allí y dudo que en un planeta con una temperatura de -160 a +160 grados interese quedarse para algo mas que dejar una plaquita y una bandera, pero por si os interesa creo que venden parcelitas del terreno de un campo de futbol a 20 euros.

El caso es que la Luna siempre fue un planeta atractivo para los humanos, como no podía ser menos debido a su atracción que ciertamente existe desde el punto de vista puramente científico y que se ve por ejemplo en las mareas, tener cuidado los bañistas, que a veces puede provocar algún susto. El caso es que en el mundo del cine no iba a ser menos esta capacidad de atracción y ya en los mismísimos orígenes del cine influyó este permanente vecino. Esa escena de la luna con el cohete estrellándose en la cara de la luna es una de las más clásicas de la historia del cine, nos referimos a una de las primeras películas de cine de ciencia ficción, una peli de 1902 ni más ni menos.


Si es la película “Viaje a la luna” dirigida por Georges Méliès, escrita por él y su hermano. Esta basada en la fantástica novela de Julio Verne “De la Tierra a la Luna” y “El primer hombre en la luna” de Herbert George Wells. Se trata evidentemente de una peli muda en B/N, es un corto que no llega al cuarto de hora pero que tiene un guión bastante completo y fantasioso, es una de sus 500 pelis y una de las pocas que se conserva.

El argumento nada tiene que ver con una peli de ciencia ficción actual, unos astrónomos, vestidos con sombreros y levitas se reúnen para discutir sobre un gran viaje a la luna, (el presidente lo interpreta el mismísimo Georges Méliès), tras una acalorada discusión, parten en un cohete-bala, en el que entran justitos, ayudados por unas bellas señoritas de la época. El cohete bala es disparado por un gran cañón y la bala se estrella en el ojo de la Luna, tras dormir una noche en la luna (sin problemas gravitatorios ni de oxigeno claro) dan un paseo en el que suceden cosas de lo mas extrañas con su paraguas el cual crece como un hongo, luego se encuentran con los Selenitas, los habitantes de la Luna, a quienes hacen desaparecer con el paraguas, pero no consiguen destruir a todos y tras ser conducidos al jefe de la tribu acaban escapándose milagrosamente huyendo por un acantilando y cayendo en el mar terrestre.

Una cinta verdaderamente romántica que tiene el enorme mérito de estar filmada hace casi 110 años y con una gran cantidad de fantasía, una peli de obligatorio visionado para un amante del cine destaca la ausencia de primeros planos la moda de principios de siglo XX.

Nota 8.5

Otra de las pelis (hay muchas mas, pero sólo me voy a referir a estas dos) de las que voy a hablar sobre el tema de la luna es La mujer en la luna de Fritz Lang de 1927, su última peli muda, muy interesante, para mi un poquito larga, con 169 minutos, aún así son bastante interesantes. La cinta se divide en dos partes, una la elaboración del viaje, con un cierto toque folletinesco y el viaje en si, mas aventurero aunque no demasiado científico. La primera parte nos descubre el porqué del viaje, el oro, parece ser que en la Luna hay grandes cantidades de oro, y así gracias al capitalista Wolf Helius se construye un cohete ideado por el profesor Mandfelt, el proyecto es robado por unos espías y obligan al industrial a compartir la empresa. En la segunda parte de la peli aparecerá el viaje, al profesor y al empresario se le unen dos amigos de este uno de los espías y un polizón, el despegue comienza con una cuenta atrás una novedad que además causa gran impacto. También se destacan las fases de desprendimiento de las partes del cohete y la falta de gravedad, sin embargo al llegar a la Luna se desprecia la falta de oxigeno para dar a la aventura un toque más romántico, aquí pierde parte de ciencia ficción para dar paso a una historia que termina en un juego...que claro no desvelaré

La película cuenta con momentos estupendos y con el asesoramiento de técnicos de alto nivel lo cual hizo que se destruyeran todas las maquetas de la nave espacial porque se ponía en peligro el programa de las V1 y V2 del gobierno Nazi, la verdad es que Lang no sólo no era Nazi sino que por esta causa salió de Alemania, el caso es que en esta peli contó con colaboradores que estaban próximos al partido, me refiero a la que en esos momentos era su mujer Thea von Harbou, con la que escribió el guión, cosas que pasan. 

Aquí los primeros planos se suceden con las grandes tomas de maquetas que recuerdan a Metrópolis, en los planos cortos se puede disfrutar con las sobreactuaciones de los personajes de la época, debían tener una fantástica musculación de cejas y labios jeje. La película tiene partes un poco flojas para mi gusto, sobre todo por el excesivo metraje y algo folletinesco guión; sin embargo el estilo del director creo que es inconfundible y hay momentos especiales, sin que llegue a esos mágicos de Metrópolis por ejemplo, pero es bueno alucinar o alunizar con Fritz lang ;-)



Os dejo con esta "luna inolvidable"