Alice, una guapa y adicta a Woody Allen (Alice Taglioni) trata de esquivar la presión familiar para encontrar pareja. Ella, se siente feliz con sus conversaciones imaginarias con el cineasta y, desempeñando su trabajo en la farmacia. Pero un día surgirá Víctor (Patrick Bruel), un experto en electrónica que aparecerá en la farmacia para instalárle una alarma y despertarla de su letargo de soltería, o al menos intentarlo...
París-Manhattan, trata de emular a las grandes comedias de Woody, con líos de parejas, conversaciones filosóficas familias burguesas, arte, metrópolis y otros clichés que no dejan de ser mas que una copia mezclada sin excesiva
agilidad. Tiene algún destello gracioso como la recta que Alice Taglioni (la farmacéutica) da a una clienta para curar sus males: ¡unas cintas de lubitsh! o algunas que otro momento interesante; también el final (que lógicamente no cuento)
Pero en definitiva este primer largo de Sophie Lellouche no creo que sea recordado dentro de unos años, ya veremos posteriores películas...
Nota: 5.8
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