Oliver (Jaeden Lieberher) es un chaval cuyos padres se acaban de separar, que lo está pasando bastante mal porque además se han mudado y en el cole tiene problemas con sus nuevos compañeros. Tiene una especie de niñera, su vecino Vincent (Bill Murray), un viejo gruñón que se pasa el día apostando a los caballos, tomando copas y en compañía de una "chica de la noche" Daka (Naomi Watts). La madre de Oliver está muy atareada en su trabajo para saber como es la vida de su vecino, y Oliver descubrirá que detrás de esa vida desordenada y caótica se encuentra un gran corazón.
Buena película melodramática del director Theodore Melfi, a quien no conocía, cuyo guión también es suyo. La cinta cuenta con la segura apuesta de Bill Murray en el papel principal y la verdad es que lo borda, una especie de gruñón y bonachón un tanto patoso, casi cómico, que me recuerda en ocasiones a Homer Simpson. Tampoco son mala jugada las elecciones de Naomi Watts y Melissa McCarthy. El chico, Jaeden Lieberher se defiende muy bien.
El guión puede pecar de sensiblero, bonachón, quizás comercial o con toque de moralina,...pues puede ser, pero el caso es que me resultó entretenido. Buena cinta, al menos para pasar un buen rato y sonreir.
Nota 7.2
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