Margaret (Amy Adams) es una mujer joven que acaba de decidir abandonar a su marido, una decisión difícil en los años 50. Decide salir a delante pintando en una fábrica o en la calle y allí conocerá a un pintor de paisajes mediocre que resultará ser su siguiente marido, Walter Keane (Christoph Waltz).
Walter, que es un gran vendedor, ve en los cuadros de su mujer un futuro magnífico, pero piensa que es necesario darles una visión masculina del asunto, y en definitiva como el tiene los contactos acaba decidiendo que el será el autor, eso beneficiará al matrimonio y la hija...
Esta historia esta basada en la vida real de Margaret Walter, famosa pintora de los 60, por su estílo muy personal, con esos niños con los ojos enormes y redondos que tanto le gustan a Tim Burton (Frankenweenie o La Novia Cadaver) y con aire melancólico, que en sus películas también influyeron.
Es una película que iba solamente a producir Tim, pero al final la dirigió también, y aunque no es la típica cinta con grandes efectos especiales y situaciones envolventes como Alicicia en el País de las Maravillas o Charlie..., si tiene sus momentos de identidad, como Batman, con colores saturados
o momentos de introspección de la artista, vamos no es una película plana.
Los actores principales, que llenan prácticamente toda la pelicula, Amy y Christoph, estan realmente muy bien, especialmente ella. La pelicula a mi me gusto mucho, quizás sea porque le tengo especial afecto a éste director, o porque me gustan las películas breves, pero es en cualquier caso mi opinión.
Con esta película termino las opiniones por este año!..igual me paso por el blog mañana para despedirme, pero en plan puramente festivo :-)
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