En 1990 Ivo ( Lembit Ulfsak) un Estonio ya mayor que dejo marchar a su nieta durante la guerra que estalló en la provincia donde viven, decide quedarse, en Georgia, durante la cosecha de las mandarinas y así, ayudar a su amigo Margus. Un día Ivo se encuentra en la puerta de su casa a dos soldados de bandos opuestos heridos Niko (Misha Meskhi) y Ahmed (Giorgi Nakashidze). Sin pensarlo dos veces, decide acogerlos y, junto a Margus, los cuida hasta que se recuperan a pesar de los problemas que esto conlleva...
Nos encontramos en esta ocasión ante un relato antibelicista sencillo, de bajo presupuesto y sin grandes pretensiones, pero que tiene en su modestia suficiente fuerza como para convencer, entretener y justificar un metraje corto pero bien medido.
Los actores realmente convencen en sus papeles (recomiendo, como casi siempre ver la cinta en versión original); es una pelicula de medio tiempo, es decir lo suficientemente lenta para leer los subtítulos sin problemas y rápida como para no aburrirse
El director y guionista Zaza Urushadze, maneja la historia con gran inteligencia, metiéndose en la piel de los personajes para provocar los inevitables conflictos morales que siempre despierta una guerra, aunque en este caso desde un punto de vista intimo y muy doméstico y referido al honor, la amistad, el sentido en sí de la misma, la familia...
Una pelicula que para quien quiera reflexionar un poco sobre este tema, sin duda no se sentirá defraudado, al menos para mi el tono de la reflexión me resultó original.
Nota 7.5
No hay comentarios:
Publicar un comentario