Michael Edwards (Taron Egerton) es un chaval que desde pequeño tiene un sueño, competir en los juegos olímpicos, y aunque no parece tener grandes cualidades físicas ni vivir en un entorno económico ni social que ayuden a ello no desespera. En un momento dado de su vida descubrirá que a lo que está llamado es a competir en los juegos de invierno, mas en concreto como saltador de esquí.
Para ello no dudará en irse a Alemania a entrenar, aunque nadie cree en él, intentará por todos los medios clasificarse para las olimpiadas de 1988.
La cinta dirigida por Dexter Fletcher, con guión de Simon Kelton, Sean Macaulay , está basada en la historia real del esquiador británico Michael Edwards quien realmente se consagró en 1988 en las olimpiadas de Canada como el mas famoso saltador de esquí británico de todos los tiempos, si bien su marca dista mucho de la de los grandes saltadores.
Lo que nos encontramos en ésta película, para los criticos es con una cinta blandengue y lacrimógena, sensibloide y facilona; pero para variar estoy en contra de la critica. Me parece una cinta divertida, con buenos gags, muy bien contada y que ademas cuenta algo absolutamente necesario en nuestros dias, algo que dicen mucho los colchoneros (y eso que soy merengue), dar valor al esfuerzo, a lo que hacemos, eso lo transmitió ya en 1988 éste deportista y se refleja en la cinta, puede que de forma sensibloide, me da igual, o no, mejor; que ando cansado de ver películas intelectuales en las que apenas puedo gesticular ni sentir nada.
Hugh Jackman esta bastante bien en el papel de entrenador y Taron Egerton cumple, aunque tampoco es que me fascine. Son interesantes las tomas desde lo alto de la pista, no creo que me tirase nunca ni desde la pista de 15 metros, imagina la de 90, jeje...
Igual es una peli "facilona", en la que se elogia al fracasado,...pero ya lo decia pierre de coubertin: "Lo esencial en la vida no es vencer, sino luchar bien"
Nota 6.8
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