Samuel (Noah Wiseman) es un chico un poco introvertido, vive sólo con su madre, Amelia (Essie Davis) porque su padre falleció hace seis años tragicamente. La soledad la combate haciendo trucos de mágia, pero por la noche, al enfrentarse a la oscuridad de su cuarto, ademas de la soledad, aparece otro enemigo, alguien que le atemoriza y persigue. Su madre no le cree, pero ante la insistencia y después de leer un cuento muy extraño, Amelia empieza a preocuparse, mas si cabe cuando su peque comienza a tener comportamientos violentos en una fiesta de cumpleaños..
Jennifer Kent, director y guionista de esta cinta nos ofrece una historia de terror para mi gusto algo descafeinada o mas bien ya bastante trillada en la gran pantalla; sobre los espíritus o seres que de una forma u otra permanecen y atormentan a los habitantes de una casa.
Esta mezcla de historia entre ser malo, maligno que no se sabe si está o es fruto de la imaginación de un niño, en plan el exorcista, y luego se introduce en el cuerpo de las personas a través de la boca, como en "la milla verde", son situaciones ya vistas y como digo previsibles.
Evidentemente en el cine son normales las influencias de películas anteriores, clásicas o no, la cuestión es contar con credibilidad y coherencia el nuevo relato, y mas o menos lo es, pero con poca chispa, es decir sin excesiva originalidad, no por estar todo el rato la habitación oscura vamos a tener miedo...
Pero tampoco es de lo peor del cine de terror, es un termino medio, siempre que uno la vea en el cine, o al menos la vea a oscuras en una pantalla grande, si estas con los amigos en una habitación con la tele charlando y es una copia mala seguro que en lugar de miedo te da risa...
Nota 6.5
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