Sabrina era “el proyecto” del año 53 de la Paramount, basado en una obra teatral de Samuel A. Taylor titulado “Sabrina Fair”; el guión es de William Wilder, dirigida y producida por él.
La trama es sencillita pero construida y filmada genialmente; Sabrina (Audrey Hepburn) la hija de un chofer (John Williams) de una acaudalada familia americana, los Larrabee, vive platónica y desesperadamente enamorada del hijo menor de estos, David (William Holden), hasta el punto de intentar suicidarse el día anterior a su partida a París, donde le manda su padre para que olvide a David con el pretexto de que estudie cocina. De regreso vuelve conociendo no sólo las artes culinarias sino algo más, ya se sabe París…
David quien esta a punto de casarse y ser por fin un buen negocio para la familia queda asombrado de su belleza y el amor platónico se vuelve real en una fiesta poco antes de su boda en la casa de la familia, para evitar el fracaso comercial de la boda, el hermano mayor de la familia, el hermano mayor dedicado íntegramente a los negocios Linus (Humphrey Bogart) se interpone para frustrar este romance, pero poco a poco se va enamorando sin remedo de la deslumbrante cenicienta…
Se escogió a la joven Audrey Hepburn que ese año rodó “Vacaciones en Roma” (junto al grandísimo Gregoy Peck, os suena ¿no??), su primera película importante, así que no les salió muy caro y ella tampoco quiso insistir en cobrar mucho, decía que lo importante era ser una buena actriz.
La pareja de “baile estelar era supuestamente Cary Grant, quien hubiera quedado perfecto, para mi gusto, en el papel de Linus Larrabee, pero que poco antes de la película rechazó el papel, una lástima porque luego se lo dieron a Humphrey Bogart, quien lo aceptó a regañadientes por consejo de su manager, para que no se le encasillará como tipo duro, un mal consejo, creo yo; a pesar de todo el gran Bogart salió del paso como pudo, pero cuando alguien hace algo que no quiere, se nota y aquí él no disfruta -para mi gusto- Bogart y el Cine Negro son uña y carne, meterle en una camisa almidonada con un paraguas de señor de negocios no era su papel, otros posibles pretendientes para Sabrina que se barajaron eran James Stewart, Cary Grant y Tyrone Power.
Sabrina antes de partir a París, enamorada platónicamente de David.
La película esta bastante bien, aunque sin duda Billy Wilder tiene películas mucho mejores, creo, especialmente comedias (todos las tenemos en mente) pero esta bien conocer al Wilder romántico; y no le faltan sus momentos de comedia, especialmente el padre de los Larrabee (Walter Hampden), las escenitas con la copa y el puro son típicamente de Billy. Por otro lado los momentos románticos están muy bien, especialmente Audrey se sale.
Hay un remake del año 95 que no esta mal del todo, especialmente Harrison ford en el papel de Linus Larrabee, y aunque se ciñe bastante a la historia original, se vuelve muy descriptiva y racional, eludiendo la intuición del espectador, algo que siempre viene bien como ejercicio mental, además de acortar tiempo a la peli…bueno quizás sea una fanfarronada mia, jeje!!...en cualquier caso no creo que en el cine las cosas tengan que ser explicadas al 100 por 100, ni ser racionales, imaginemos en la escena de “La Diligencia” si los indios hubieran sido racionales hubieran disparado a los caballos, pero se hubieran cargado la peli ¿no?..jaja!!
En cualquier caso a quien le guste las pelis románticas y el señor Ford, la puede ver, pero que no se pierda la primera versión antes, por favor!!!
Volviendo a la peli original diremos que rodarla fue un infierno, desde la adaptación del guión, que fue escrito en un principio para Cary Grant, y tuvo que rehacerse para Bogart, las peleas de los otros colaboradores-guionistas, Lehman y Taylor, hasta las discusiones de Bogart por aparecer mas alto que Audrey, ella tuvo que salir sin tacones y él con plantillas, aun así no era suficiente, ella media uno setenta ,mas o menos, lo cierto es que la personalidad de Bogart y su malestar fueron claves para esa tensión. Otra curiosidad fue el romance que mantuvo con William Holden por lo visto la cosa no fue muy sería porque el tenía hecha la vasectomía y estaba casado, bueno eso son unos cuantos obstáculos ¿no?. Por último y para no aburriros demasiado destacar la negativa de Balenciaga por pensar que la tal Hepburn era Katharine y no Audrey a quien posiblemente ni conocían, así que esta acabo siendo vestida por Givenchy con quien tuvo una relación fructífera muchos años, no me extraña porque con esa porte, belleza y clase cualquiera vende unos trapitos ;)
Dedicado a las Morenas.
Nota 7,8